Grupos armados intensifican ataques y ponen en jaque la paz en Colombia
Colombia atraviesa uno de los momentos más críticos en su búsqueda de la paz. La reciente escalada de violencia por parte de grupos armados ilegales ha generado una crisis humanitaria en varias regiones del país, evidenciando las fragilidades de los actuales procesos de negociación.
En el departamento de Norte de Santander, específicamente en la región del Catatumbo, se han reportado intensos enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las FARC. Estos choques armados han dejado un saldo trágico de cuatro firmantes del acuerdo de paz asesinados, además de múltiples desplazamientos forzados y confinamientos de comunidades campesinas. Las organizaciones sociales han elevado su voz de alarma, solicitando la intervención inmediata del Gobierno para salvaguardar a la población civil.
Por otro lado, las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada han anunciado la suspensión de los diálogos de paz con el Ejecutivo, tras un operativo militar que resultó en la muerte de tres de sus integrantes. Este grupo armado, con operaciones en Santa Marta y zonas aledañas, ha acusado al Ejército de sabotear el proceso de paz y ha exigido una delimitación clara de territorios entre las fuerzas estatales y los grupos insurgentes.
Frente a este panorama, el Gobierno del presidente Gustavo Petro enfrenta el desafío de mantener abiertos los canales de diálogo mientras garantiza la seguridad de la población civil. La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de estos acontecimientos, esperando que se retome el camino hacia una paz duradera en Colombia.
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