Estambul (Turquía) será escenario de una nueva ronda de conversaciones bajo presión internacional.
Rusia y Ucrania celebrarán una tercera ronda de negociaciones este miércoles en Estambul, Turquía. La cita fue impulsada por la administración de Donald Trump, que dio al Kremlin un plazo de 50 días para acordar un alto el fuego, bajo amenaza de nuevas sanciones económicas. Desde Moscú se advierte que no habrá “milagros”.
El presidente Volodymyr Zelenskyy confirmó la reunión y explicó que trabajó en los detalles junto a Rustem Umerov, jefe del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, quien encabezará la delegación ucraniana. Esta incluirá diplomáticos, funcionarios de inteligencia y asesores presidenciales.
“Nuestra intención nunca fue la guerra”, afirmó Zelenskyy. “Es Rusia quien debe detener lo que comenzó”.
Los temas principales que Ucrania planteará incluyen la liberación de soldados capturados, la repatriación de menores llevados a Rusia y la posibilidad de organizar una reunión con Vladimir Putin, algo que Zelenskyy ha propuesto en múltiples ocasiones.
Washington redobla la presión sobre el Kremlin
Las dos reuniones anteriores ocurrieron en Estambul, el 16 de mayo y el 2 de junio, con resultados limitados. Aunque se logró el intercambio de prisioneros, el cese al fuego sigue sin concretarse.
Desde la Casa Blanca, Trump ha endurecido su discurso tras nuevos bombardeos rusos sobre Ucrania. Además del plazo de 50 días, anunció un incremento en el apoyo militar a Kiev, centrado en tecnología de defensa aérea y neutralización de drones.
En Moscú, el portavoz Dmitry Peskov confirmó la participación rusa, aunque con reservas. “Las expectativas deben ser realistas”, dijo a TASS. “Solo lograr acuerdos humanitarios ya representa un éxito”.
Peskov comentó que Trump “usa un lenguaje directo y firme”, pero valoró su disposición a resolver el conflicto por la vía diplomática. Sobre una posible cumbre entre Trump y Putin, señaló: “Podría suceder. Es algo que ambas partes podrían necesitar en algún momento”.
Analistas ucranianos dudan de la sinceridad rusa
En Ucrania, figuras del ámbito político como Oleksandr Merezhko manifestaron su escepticismo. “Putin no tiene intenciones reales de negociar. Estas reuniones son tácticas para ganar tiempo”, declaró.
Merezhko advirtió que Rusia podría aprovechar este nuevo plazo para reorganizar sus tropas y preparar una ofensiva de verano. “Putin seguirá intentando doblegar a Ucrania por la fuerza”, añadió.
Aunque las expectativas siguen siendo bajas, el regreso a la mesa de negociación es interpretado como un pequeño logro diplomático, con Estados Unidos como principal impulsor del proceso.
Foto: (REUTERS/Nina Liashonok)